Ayer estuve en la piscina de Düsseldorf-Unterrath. Después del trabajo me ha animado a nadar. Esta vez fue la segunda vez en esta semana pues en el turno de mañana tengo la posibilidad para lo hacer.

La piscina está en una distancia de 3 kilómetros del lugar de trabajo en el barrio Lichtenbroich donde necesito 20 minutos pues me ha parado delante de muchas semáforos.

Enfrente de la piscina hay un aparcamiento por las bicicletas. La entrada cuesta 4,60 € por un adulto y se puede nadar durante el día. Pero en la mayoría de los casos las personas disfrutan aquí una hora pues la piscina es pequeño pero hay un tobogán de agua y un sector fuera de la casa para estar en el agua. Me espanto porque los Alemanes se mosquean el ruido pues la piscina está en una zona residencial.

Hoy han practican los niños en el agua con una profesora. Los padres conservacionistan han esperado después de la hora en el corredor de la piscina. En mi adolescencia habían esperado delante de la entrada, hoy día tienen que estar los padres en la piscina y quieren mirar que las profesoras hacen correcto. En su día no quise que mis padres me recogieron enfrente de la piscina o escuela.

Hoy he estado una hora en la piscina y pude disfrutar el agua.

Esta piscina no es adecuada para nadar en la calle pero desgraciadamente es la próxima piscina del trabajo. En el invierno no quiero ir muchos kilómetros para nadar.

Actualmente llevo un bañador que se llama “Jammer”. Es una ropa larga en las piernas.

En la tienda Declathon hubo un “Jammer” que fue con muchos colores que cuesta también 44 euros. Tal vez hay este bañador todavía.